Lo de David y Carlos es de otro planeta, como han conseguido hacerse un hueco –sin aspavientos, ni humo– en la escena electrónica mundial debería estudiarse en el colegio. Porque sí, en los tiempos que corren y desde el páramo electrónico que –a veces– sentimos es nuestra tierra, Lopezhouse está revolucionando ese cosmos del, por ahora, no baile.

Lo hacen volviendo a aparecer por la plataforma de, la leyenda viva, John Digweed, por Bedrock; un lugar que podríamos catalogar como segunda residencia de estos valdepeñeros, que han hecho durante toda la pandemia oídos sordos a las restricciones y no han dejado de visitarla. ‘Vostok’ son dos nuevos cortes, algo que casi nos ha pillado de improvisto –por eso de los calendarios apretados de estos tiempos que corren– pero que ha vuelto a elevar el producto interior electrónico castellano-manchego a un nivel superior.

Me han dicho que tienen que comentarme algo muy gordo –y que lo harán con suficiente antelación– pero no es que sea flaco lo de llevar instalados más de un año es una de las colinas desde las que mejor se divisa el panorama sintético. Un panorama que ellos mismos se han encargado de dar forma en una muestra de ese sonido personal, reconocible, con los apellidos Lopez y Cruz, con el que Lopezhouse han querido celebrar el lanzamiento del hombre al espacio en un cohete en el que ¿ya van ellos?