Lo enigmático siempre llama la atención, el supense y opacidad son dos de los ingredientes que dan forma al proyecto Afterlife, un viaje –preparado y comandado por Tale Of Us– a través de los ritmos más calidos del techno.

Todo comenzó el pasado verano, la rumorología ibicenca no cesaba, y pronto supimos que los encargados de recoger el testigo de Richie Hawtin y su Enter, en el ya desaparecido Space Ibiza, iban a ser –curiosamente– una pareja asidua a las noches del círculo, Tale Of Us.

El listón dejado por el canadiense –después de cuatro años– estaba alto, pero Karm y Matteo supieron aprovechar ese halo de misticismo e incógnita que rodeaba la noche de los jueves del mítico club para crear una nueva aventura, cargada de personalidad propia, Afterlife.

Después de su primera temporada, la marca ha ido mutando y expandiendo sus raíces dando lugar a plataforma discográfica y –cómo no– una nutrida gira mundial.

Entre los artistas que podemos encontrar inmersos en el proyecto, a parte de los head Tale Of Us, podemos dar con gente como Monoloc, Mind Against, Recondite e invitados de peso como Marcel Dettmann.

La fórmula parece fácil, música electrónica de un carácter muy avanzado, pista pero sin pisar el acelerador, un crossover de esos que marcan época y crean un sonido que bebe de muchas vertientes, techno, house, trance… Como diría el agente 007 –que a buen seguro estuvo en la última cita Afterlife de Londres“mezclado pero no agitado”, ya que la visión personal de todos y cada uno de los artistas que van desfilando por el proyecto es profundamente respetada.

Hace escasos días Tale Of Us dejó en su Soundcloud una pequeña muestra, en forma de set, de lo que representa una noche de viaje Afterlife, suena debajo.